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Jorge Vogt actuó nueve años en Tucumán
Un miembro destacado de la colectividad alemana de Tucumán, en las primeras décadas del siglo que pasó, fue don Jorge Vogt. Su figura, ya totalmente esfumada para el público, merece unas líneas de recuerdo. Vogt era alemán, nacido en Francfort en una familia distinguida, como lo revelaban su formación cultural y sus modales.
Se sabe que llegó a Buenos Aires a comienzos del siglo, y que allí desempeñó importantes cargos en la casa central del Banco Alemán Transatlántico. Esta institución había sido fundada en 1886 por el Deustche Bank Berlin y al año siguiente se instaló en la capital argentina. Vogt era tesorero de la misma en 1906, cuando el directorio lo designó primer gerente de la sucursal que acababa de abrirse en Tucumán. Su local estaba en calle Las Heras (hoy San Martín) 736 y funcionó hasta junio de 1920.
Tomó gran simpatía a nuestra provincia y aquí se casó con doña Ricardo Padilla. LA GACETA calificaría a Vogt como “hombre de pocas palabras, que resolvía todas las cuestiones en forma breve, sin evasivas ni engaño, de acuerdo con su carácter bondadoso, sencillo y caballeresco”. Sabía conciliar los intereses del banco con los del público.
A poco de asumir la gerencia, fue nombrado cónsul de Alemania en Tucumán, y en 1914 cónsul de Austria-Hungría. Fue el fundador y presidente de la Escuela Alemana de Tucumán, institución que prestó numerosos beneficios a sus connacionales. Además, integraba la comisión directiva del Tiro Suizo, al que arrimo eficaces iniciativas.
Don Jorge Vogt falleció en Tucumán la noche del 22 de noviembre de 1915, rodeado del afecto general. Sus restos se depositaron en el Cementerio del Oeste. Nuestro diario señaló que era “un hombre bueno, un caballero a carta cabal, cuya existencia se ha extinguido prematuramente, después de una enfermedad largo y penosa”.