El pronunciamiento de Tucumán contra Rosas.
Hace hoy 178 años que la Sala de Representantes de Tucumán sancionó, el 7 de abril de 1840, el pronunciamiento contra el general Juan Manuel de Rosas, quien se desempeñaba como gobernador de Buenos Aires y encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación. La ley le desconocía ambas calidades y negaba la entrega de las armas que Rosas había requerido por medio de su enviado, el general Gregorio Aráoz de La Madrid. Presidía el cuerpo el doctor Marco Manuel de Avellaneda.
Los considerandos calificaban como un verdadero “escándalo a los ojos de América y del mundo”, continuar con un gobierno investido de la suma del poder, el abuso de cuyas facultades había suscitado el actual bloqueo del Plata; esto, mientras aparecía cada vez más lejana la época de poder organizarse bajo una Constitución.
Expresaban, además, que Rosas se inmiscuía en la administración de las provincias, preparando “inmensos males” al norte, “y muy especialmente a la provincia de Tucumán”, a lo cual se añadía el “proceder alevoso” de enviar a La Madrid a retirar las armas utilizadas en la guerra de la Confederación con Bolivia. Se iniciaba así la reacción antirrosista regional que iba a costar tanta sangre, sobre todo en las batallas de Quebracho Herrado, de Rodeo del Medio y de Famaillá.
Las provincias del noroeste se fueron adhiriendo al pronunciamiento. El 13 de abril lo hizo Salta, y el 18 Jujuy. El 3 de mayo se pronunció La Rioja y el 8 Catamarca. Sus representantes firmaron en Tucumán, el 24 de setiembre, el pacto constitutivo de la Liga del Norte contra Rosas. El mismo día del pronunciamiento de la Sala tucumana, La Madrid cambió de bando y se ofreció a conducir las operaciones militares de la coalición.