“Brocha Gorda” fue un muy destacado literato
Es conocido que el poeta boliviano Ricardo Jaimes Freyre (1868-1933) vivió y enseñó durante dos décadas en Tucumán, y que figura de pleno derecho entre los dirigentes de nuestra afamada “Generación del Centenario”. Bueno es saber algo de la trayectoria de su padre, el literato Julio Lucas Jaimes, esposo de doña Carolina Freyre.
Era un periodista y escritor de nombradía en su país, donde había ocupado además importantes cargos políticos y diplomáticos. Nacido en 1845 en Potosí, tuvo amigos como el emperador Pedro II y Rubén Darío. A comienzos del siglo XX se radicó definitivamente en Buenos Aires. Integró la redacción de “La Nación” y dictó cátedras en el Colegio Nacional y en la Escuela Normal. Falleció allí el 13 de octubre de 1914 y sus restos serían repatriados décadas más tarde.
Entre la nutrida producción literaria de Jaimes (quien firmaba con el seudónimo “Brocha Gorda”) ha perdurado justificadamente su libro “La Villa Imperial de Potosí”. Llevaba como subtítulo “Su historia anecdótica. Sus tradiciones y leyendas fantásticas. Su grandeza y su opulencia fabulosas” y ofrecía también “numerosas vistas y retratos y no pocas ilustraciones en el texto”. Se imprimió en los talleres de J. L. Rosso, de Buenos Aires, en 1905. Es un libro de muy grata lectura hasta la actualidad, y recuerda a las famosas “Tradiciones peruanas” de Ricardo Palma, aunque su estilo tiene vibración muy diferente. Para los argentinos, poseen especial atractivo capítulos como “Triunfal entrada de Belgrano en Potosí”, “San Martín en Lima” o “El comandante Bartolomé Mitre: sus peregrinaciones en la altiplanicie andina”.