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Holmberg aplaudió aquella idea de López Mañán


En 1913, el tucumano Julio López Mañán (1878-1922) propuso que, para celebrar el Centenario de la Independencia, el Estado Provincial estableciera una vasta reserva en nuestra zona montañosa. Su idea recibió grandes felicitaciones. Una de ellas estaba firmada por el doctor Eduardo Holmberg, y la publicó LA GACETA el 18 de diciembre de ese año.

“El día en que Tucumán se dé cuenta de lo que valen esos bosque de cebiles, de laureles, de alisos y de queñuas, y de lo que pueden y deben valer, eso, contra la inacción de los indiferentes será una reserva en todo el sentido de la palabra. Tucumán habrá recubierto de bosques los valles en que hoy no existen aquellos, y el clima se habrá transformado”, decía el naturalista.

Agregaba que “la transformación del clima es algo que debe preocupar a esa provincia. Los mismos hijos de ella que tienen sus fincas al oeste, se han podido dar cuenta, personalmente, de que el clima está cambiando”, y que “la sequedad va avanzando lentamente”. A su juicio, “si la transformación -que sería uno de esos tantos fenómenos que suele ofrecer la naturaleza- existe, no hay otro medio de detenerla que el árbol. Pero siendo la repoblación de los bosques una tarea lenta e indispensable, no es posible contar con la acción de los particulares: la del Gobierno se impone, y he aquí por qué creo a ciegas en la utilidad de la reserva”.

Subrayaba que “los Valles Calchaquíes, como lo ha considerado un eminente botánico, presentaban la falda de sus cerros totalmente cubiertas de algarrobos, en los tiempos de la conquista y del coloniaje. Hoy pueden verse aun esos restos en algunos puntos, y puede tenerse la seguridad de que, si el Gobierno se hiciera cargo de tan noble tarea, volveríamos a ver esas faldas cubiertas de arboledas”.