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JUAN BAUTISTA ALBERDI. Diputado nacional por Tucumán, no se trasladó a Belgrano durante la revolución porteñista.

En 1880, de su banca de diputado nacional


En 1880, el presidente Nicolás Avellaneda dejó la ciudad de Buenos Aires y trasladó el Ejecutivo al cercano pueblo de Belgrano. Esto, ante el alzamiento del gobernador de Buenos Aires, Carlos Tejedor, quien finalmente sería sometido por las armas. Junto con Avellaneda, se trasladó el Senado en totalidad. Pero no así la Cámara de Diputados. Muchos de sus miembros se quedaron en Buenos Aires, lo que imposibilitó el quórum para sesionar. Entre los remisos estaba Juan Bautista Alberdi, diputado por Tucumán y recién llegado al país tras cuatro décadas de ausencia.

La Cámara en minoría se dirigió por tres veces a los diputados ausentes, convocándolos a instalarse en Belgrano. Como el requerimiento fracasó, el 24 de junio la Cámara dictó un decreto por el cual declaraba vacantes las respectivas bancas, que eran 41 en total. La medida fue proyectada por una comisión especial, que integraban los diputados Lídoro J. Quinteros (Tucumán), Absalón Rojas (Santiago del Estero) y José Mariano Astigueta (Tucumán).

El 30 de junio, la misma comisión propuso un manifiesto, que se aprobó, “al pueblo de la República”. Formulaba un detalle de los sucesos vividos y de la medida tomada. Consideraba que “los señores diputados que permanecieron dentro de un territorio donde impera la rebelión y que se niegan a desempeñar su mandato fuera de él, abandonan implícitamente ese cargo, dejando vacantes sus puestos en la Cámara; porque ellos no tienen derecho de suprimir la representación del pueblo que los eligió, y de paralizar así la acción del Congreso, contra lo establecido por la Constitución”. Así, el tucumano Alberdi quedó fuera de su banca. Rectificando su error, publicaría en 1882 el libro “La República Argentina consolidada en 1880 con la ciudad de Buenos Aires por Capital”.