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Importante trayectoria de José A. Frias.
Merece un recuerdo ese jurisconsulto destacado que fue el tucumano José Arsenio Frías. Nació en nuestra ciudad el 14 de diciembre de 1866, hijo del doctor Uladislao Frías -gobernador y ministro de Sarmiento- y de doña Brígida Zavalía. Se doctoró en la Universidad de Buenos Aires con la tesis “Lugar de pago de las obligaciones” y se radicó en esa Capital.
Fue secretario de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (1893-1903), así como autor de importantes trabajos de compilación y comentario. Por ejemplo, “Repertorio de Derecho Comercial”; “Recopilación de leyes y códigos de Justicia Federal dictados hasta el 30 de junio de 1905, concordados y anotados” y “Código Penal y de Procedimientos en lo Criminal ante la Justicia Federal de la Capital y territorios nacionales”, entre otros.
Se desempeñó como eficaz secretario de las intervenciones federales en Catamarca (1906) y en San Juan (1907). En otro orden, fue asesor letrado y luego presidente del directorio del Ferrocarril Central Argentino. Murió en Buenos Aires el 23 de marzo de 1933.
Ante su tumba, su ilustre comprovinciano, el doctor Gregorio Aráoz Alfaro, pronunció un estremecido discurso para despedir a este “hombre honesto y probo, toda generosidad y toda bondad”. Evocó “las visiones lejanas de nuestros días juveniles, el severo y nevado Aconquija, la pequeña ciudad provinciana tranquila y somnolienta bajo el sol tropical, las grandes quintas de naranjos y las viejas casas solariegas de vastos patios con jardines odorantes y árboles umbrosos, todas sencillas y modestas, pero habitadas por hombres tan honrados, tan dignos, tan patriotas, y por mujeres tan llenas de bondad, de virtud, de abnegación…”