Agudo trabajo del historiador Julio P. Ávila.
El historiador Julio P. Ávila presentó, a la Sociedad Sarmiento y a la Sociedad Médica, en un concurso de 1892, un trabajo que fue premiado con medalla de oro. Se titulaba “Medios prácticos para mejorar la situación de las clases obreras”.
Ávila empezaba trazando un panorama de la realidad del momento, diferenciando al obrero de la agricultura y al artesano de la ciudad y los pueblos importantes de la campaña. Describía sus problemas y su estilo de vida, y luego pasaba a marcar los puntos donde el Estado y las empresas debían aplicar acciones de mejoramiento. La vivienda, las injustas reglamentaciones existentes para el trabajo agrícola en materia de horarios y de tratamiento de enfermedades; la educación; el ahorro, y un largo etcétera.
No es posible, en este espacio, detenerse en el contenido del extenso texto de Ávila. Pero vale la pena leerlo con detención, dadas las novedosas -para su tiempo- apreciaciones que contenía y su propuesta de soluciones. Años después, Manuel Pérez publicó el texto íntegro en el libro “Tucumán intelectual. Producciones de los miembros de la Sociedad Sarmiento”, una edición de 1904, donde el trabajo de referencia abarca varias páginas.
Al cierre, Ávila expresaba que “al plan de reforma que acabo de desarrollar lo he concebido y planteado consultando el estado pecuniario, político y social de Tucumán en la actualidad”. Añadía que “deliberadamente he omitido aquellas medidas adoptadas en otras naciones para mejorar a los obreros, que he considerado inaplicables entre nosotros, en atención a que no tenemos sus mismas costumbres, ni la masa de su población se encuentra en condiciones de ilustración comparables con los artesanos y jornaleros de las provincias argentinas”.