Fechada en Tucumán el 18 de octubre de 1817, una carta del jefe del Ejército del Norte, Manuel Belgrano, al …
Fechada en Tucumán el 18 de octubre de 1817, una carta del jefe del Ejército del Norte, Manuel Belgrano, al gobernador de Salta, Martín Güemes, hablaba de la falsificación de moneda metálica. La llamaba “la inicua moneda, obra de la codicia, que no se para en los medios de satisfacerse; y de ignorancia, en algunos que la habían promovido, creyendo que con esto se remediaba el mal”. Habían abusado “los particulares, del desorden y falta de respeto al gobierno”. Acaso hubiera sido llevadera la falsificación, “si se hubiesen contentado con una moderada ganancia, y no adulterándola (a la moneda) a términos tan escandalosos, así en la materia como en su peso”.
Decía Belgrano que ignoraba que en Tucumán se falsificara, “pero a la hora de recibir el oficio de usted sobre la materia, se descubrió la fábrica de Corro, y se le pilló ‘in fraganti’. Está siguiéndose la causa con la mayor actividad, y pondremos coto al desorden. Lo que hay de gracioso es que la mujer se echó a reír, diciendo: ‘Vea por lo que lo llevan preso; por hacer ‘doses’. Y no hay quien no los haga en el pueblo’. ¿Qué le parece a usted? Y cuando oía hablar de moneda falsa, siempre oía: ‘Viene de Salta’. Mi amigo, ninguna vigilancia es bastante al que manda, porque todos le ocultan lo que debe saber”.
Advertía: “si usted quiere creerme, apúrese para recoger la moneda, sea de modo que fuere, y esperemos la resolución del gobierno sobre el resello; mientras viene, trataré con Benavídez (se refería al ex empleado de la Casa de Moneda de Potosí), cómo se haya de expedir lo mejor, y que en la Maestranza se trabajen los instrumentos que pueda necesitar, llegado el caso. No hay que apurarnos, vámonos con paso de plomo, compañero; pero celemos fuertemente para contener un abuso tal, que nos hubiera llevado a males incalculables”.