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ANGEL GALLARDO. Sus conferencias fueron presentadas por el doctor Alberto Rougés.

Ángel Gallardo disertó en Tucumán en 1915.


El ingeniero y doctor en Ciencias Naturales, don Ángel Gallardo (1867-1924), futuro presidente del Consejo Nacional de Educación y futuro canciller y diplomático, fue uno de los conferencistas de relieve nacional que trajo a nuestra ciudad la flamante Universidad de Tucumán. Pronunció cinco disertaciones sobre “Herencia biológica”, entre el 21 y el 25 de setiembre de 1915, con la asistencia de numeroso público.

La erudita presentación estuvo a cargo del doctor Alberto Rougés. Este se refirió a los grandes problemas planteados por la Biología desde el siglo XIX, y pasó una revista crítica a las opiniones sobre los problemas biológicos que suscitan la herencia, la transmisibilidad de los caracteres adquiridos, o la selección moral.

Afirmó que “si por el contrario se cree, con ciertos biólogos, que en la adaptación la especie no juega un rol pasivo, sino activo; que realiza un esfuerzo para lograrla, esfuerzo que hasta puede implicar conciencia y voluntad, entonces la obra de asistencia social encontraría no sólo una justificación, sino también un estimulante. Si las transformaciones se producen casualmente, sin orientación alguna, nuestras esperanzas tienen que ser otras que las que sustentaríamos si se admite que la evolución es presidida por un principio de orden psicológico, que explica la formación de órganos iguales en ramas de evolución distinta, como lo sostiene Bergson”.

De ahí que “las experiencias de Brown-Liquard, de Charrin, de Moussu; que la teoría de las mutaciones, de Hugo de Vries; la creación de nuevas especies por traumatismo, de Blaringhen; o por variaciones en la nutrición, como afirma haberlo realizado René Berthelot, no son hechos que deban interesar únicamente a los que trabajan en tal o cual dominio del saber, sino a todos los que se interesan por la suerte, por el perfeccionamiento de la sociedad y de la especie humana”.