Imagen destacada
FIRMA DEL GOBERNADOR. Alejandro Heredia suscribió el “Reglamento de Policía” de 1832

Considerandos de un decreto de 1832.


El 11 de febrero de 1832, el gobernador de Tucumán, Alejandro Heredia, impuso por decreto un “Reglamento de Policía” de 25 artículos. Resultan curiosos los considerandos que asentaba el mandatario. Al publicar ese documento en la “Revista de Letras y Ciencias Sociales” (número 18, de 1905) una nota al pie -posiblemente de Juan B. Terán o de Julio López Mañán- hacía notar su “espíritu ingenuo de erudición, de idealismo jacobino”. No se percibía allí el balbuceo de los cabildantes coloniales, sino la ciencia petulante y el énfasis declamatorio que difundió la Revolución”.

Decía los considerandos que “extraviada la Policía en sus principios, necesariamente en la ejecución y práctica, ha de andarse a ciegas y ha de hacerse uso de círculos  y rodeos para disfrazar la injusticia y los ataques de las pasiones. La Policía, por su extensión y por otras incidencias, facilita recursos a cada paso para multiplicar las víctimas; y cuando por desgracia está sometida a un orden de arbitrariedad, lejos de producir ventajar en el interior régimen, sólo sirve para fomentar las ruinas del pueblo”.

Añadía que “por el hecho mismo de abrazar la Policía miles de objetos, y que su extensión es casi sin límites, no pueden darse reglas precisas para regularizarlas en la práctica”. Solamente “la experiencia, el trato de los hombres, sus negocios y sucesos”, ofrecían “ideas más exactas relativamente al arreglo del orden y tranquilidad del pueblo”.

Finalmente decía que la Policía, “usada con discreción, madurez y juicio” era el mejor recurso tanto para “conservar las relaciones” como para “afirmar la existencia política de un gobierno legítimo”.