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En 1880, la asistencia hospitalaria de Tucumán era de conmovedora precariedad. Las dos casas de salud existentes, el Hospital de …


En 1880, la asistencia hospitalaria de Tucumán era de conmovedora precariedad. Las dos casas de salud existentes, el Hospital de Hombres (Chacabuco y La Madrid) y el de Mujeres (Catamarca al 100), funcionaban con locales destartalados, equipos primitivos y pésima higiene.

El “presidente” de la Municipalidad, doctor Angel Cruz Padilla (1837-1892), ideó en 1880 construir un hospital moderno. Oficializó el Matadero y dispuso destinar la mitad de la recaudación a ese propósito, al que sumó otros fondos municipales. Puesto al frente de la comisión constructora, encargó al ingeniero Federico Stavelius, con los técnicos Carlos Lowenhard y Adolfo Methfessel, la confección de los planos.

Con enorme dinamismo, Padilla logró que el edificio fuera rápidamente terminado, y el 1 de enero de 1883 inauguró el Hospital Mixto ”Nuestra Señora de las Mercedes”. Años después, con toda justicia, se lo bautizó “Angel C. Padilla”. Los restos del fundador descansan en la capilla del Hospital.

El local costó 129.500 pesos bolivianos que se pagaron puntualmente con los fondos de la comuna. Sería, por muchas décadas, el centro sanitario más importante del noroeste argentino.