Juan B. Terán reflexiona en el verano de 1913.
El diario íntimo del fundador del la Universidad, doctor Juan B. Terán (1880-1938), contiene reflexiones en extremo interesantes sobre el Tucumán de su tiempo. Vale la pena transcribir algunas de las que redactó en el verano de 1913. “Yo me explico que Avellaneda y demás tucumanos que han llegado a las cumbres, hayan considerado condición de su carreras salir del ambiente vulgar de la provincia; pero cuando no se tiene ambiciones políticas, ello no importa”, reflexionaba.
Si uno quiere ser “solamente un pensador, un filósofo, un escritor, es acaso preferible la vida de provincia. Además, es justo reconocerlo, Tucumán de hoy no es la de hace cuarenta años. Conserva, y tal vez agravada, la hostilidad terrible de la mesocracia intelectual; pero es más grande, hay más gente”.
Le parecía que “lo terrible de la provincia es la exhibición constante en que os halláis: la imposibilidad material de ocultaros, de vivir un poco solamente para tu espíritu, sin sentir sobre t
En una palabra, “no podréis ver sin ser visto”. No se hacía ilusiones sobres los que rodeaban, pero anotaba: “sin embargo, como curiosa contradicción, cuando contraigo mi visión a un aspecto o a un rasgo de una persona, a veces ínfima, me sorprende su carácter superior, a veces genial”.
El año anterior se había sancionado por fin su proyecto de ley de la Universidad, presentado en 1909. Confesaba que “trabajo hace un mes con pasión. ¿Cuáles serán los tropiezos con que haya de chocar? Serán numerosos, pero vivirá. Por ahora, hago que pase desapercibida. Esfumarla es la manera de defenderla”.