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MARIANO BOEDO. Sostuvo que no había razón para demorar la asunción del coronel José Moldes.

Boedo planteó la necesidad de incorporarlo.


No se reunió el Soberano Congreso el 22 de octubre de 1816. Pero el día antes, además de la sesión pública, había celebrado una secreta. Gran parte de la misma estuvo dedicada al problema de la asunción del tercer diputado por Salta, coronel José Moldes. Era evidente que el Congreso esquivaba su incorporación.

El diputado Mariano Boedo (Salta) pidió que, con preferencia al tema de las relaciones exteriores, se tratase la incorporación de Moldes. Hubo un debate. Unos sostenían que, en aquel asunto, era necesario que interviniera Moldes, como diputado que ya había presentado sus poderes. Otros sostenían que la cuestión de las relaciones exteriores debía resolverse con urgencia, y que la incorporación de Moldes significaría una demora. Sobre todo, porque debían discutirse previamente algunas dificultades que presentaba el acta de su elección.

Finalmente, se pidió que el cuerpo votara si la moción de Boedo sería considerada con preferencia a la atinente a las relaciones exteriores. Por 17 votos, se acordó tratar esta última. Entonces, Boedo quiso que se asentara en el acta su punto de vista. Entendía que “no hay motivos ni causa que impida la incorporación del diputado Moldes”; por lo cual este debía asumir de inmediato, con preferencia “a todo asunto o negocio”. Y que así no ocurría, protestaba “la nulidad de lo que se resolviese”.

Además, Boedo pidió que se ordenara reincorporarse al diputado José Ignacio de Gorriti (Salta), que estaba de licencia por un término ya excedido. Antonio Sáenz solicitó que se le enviara “un chasque” para que, “sin excusa ni demora, regresase al Congreso”.