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Presentación de los poderes de José Moldes


En la sesión del 17 de octubre de 1816, el Congreso consideró una petición de doña Francisca Loaisa. Esta señora, acompañaba testimonio del juicio que seguía contra ella don Manuel Moldes, “por cantidad de mil y más pesos”. La ejecución de la deuda la afectaba, “en su situación de afligida y emigrada con siete hijos”. Invocaba sus servicios al Estado y, con ese fundamento, imploraba “la protección del Congreso”. A la vez, pedía que se ordenase al gobernador de Salta evitar “el embargo de sus bienes, y tal vez de su persona”.

Según la crónica de “El Redactor” la solicitud fue apoyada por varios diputados, quienes “depusieron sobre la verdad de sus recomendables servicios a la Patria”. Afirmaron que, en el territorio donde se domiciliaba la señora Loaisa, tenía fortuna suficiente para asegurar el crédito cuyo cobro se perseguía. Luego de un breve debate, se propuso votar el asunto. Pero Antonio Sáenz pidió que se lo eximiese de votar, por tratarse de “un asunto particular”. Replicó Sánchez de Bustamante, que “el recurso envolvía la calidad de implorar la protección que pedía se dispensase a una persona emigrada, por cuya circunstancia merecía ser considerada en clase privilegiada sobre su naturaleza”. Entonces, el cuerpo resolvió pasar el asunto a una comisión, entregándose el expediente al diputado Pedro Ignacio Rivera.

Se abrieron luego varios pliegos del Director Supremo y se acordaron las contestaciones. Luego, el secretario presentó los poderes que exhibía el diputado nombrado por Salta, José Moldes. Se acordó tratarlos en las sesiones siguientes, continuando ésta con la lectura del reglamento hasta el capítulo 2 de la sección 4.