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MANUSCRITO DE ALBERDI. Página muy corregida en los originales de "El crimen de la guerra". LA GACETA / ARCHIVO

La madre de Juan Bautista Alberdi.


Poco se sabe de doña Josefa Aráoz de Alberdi, fallecida poco después de alumbrar a su famoso hijo Juan Bautista, en 1810. Una carta de Miguel Díaz de la Peña, del 22 de agosto de 1851, a Juan María Gutiérrez, aporta algunas referencias sobre esta señora.

Decía don Miguel que Alberdi le había enviado unos escritos, que le permitieron distinguir bien “el talento filosófico del autor, su bella índole y aquella chispa poética ingénita en los hijos del Aconquija o Monte Parnaso de Tucumán”.

Pensaba que “a don Juan Bautista Alberdi le viene de herencia la poesía”, ya que “su madre era una famosa poetisa a quien no desoía el dios de la rima, y además repenteaba con gracia y cultura”. Recordaba: “yo tuve el gusto de oírla inspirada por la belleza de unas florestas nombradas: la Yerba Buena, al pie del soberbio Aconquija, mi patria natal”.

Pedía a Gutiérrez “el favor de corresponder al fino recuerdo de mi muy querido Alberdi, haciéndole saber que es una de las personas a quien más distingo con mi estimación (aunque insignificante) y que no he perdido de vista, desde que vi sus primeros escritos en Montevideo”.

Finalmente, encargaba que le dijera que “mantengo la esperanza de verlo en Tucumán, con lo que será doble mi dicha, pues tendré en él un ilustrado compañero que me ayude a aspirar los suaves olores de aquel Edén”. Como es sabido, Díaz de la Peña no tendría el gusto de encontrarse con Alberdi, ya que el autor de las “Bases” nunca regresaría a Tucumán. Su último viaje databa de 1834 y, a pesar de sus promesas posteriores, no lo repitió.