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MANUEL BELGRANO. Había emitido libranzas para gastos del Ejército del Norte, que comandaba

Córdoba atenderá las libranzas de Belgrano.


La sesión del 16 de agosto de 1816 del Soberano Congreso, se inició aprobando un decreto donde se otorgaba, al comerciante porteño Federico Martín Santa , la habilitación de edad para la administración de su herencia paterna.

Luego se abrieron varios pliegos del Supremo Director. Uno de ellos incluía el acta del juramento por el cual “el clero castrense de la capital de Buenos Aires, invitado por Teniente Vicario Castrense, don Bartolomé de Muñoz, ha reconocido la autoridad soberana de la Nación”. En otro pliego, se incluía una colección de los reglamentos estatutos, providencias y decretos generales, además de copias “de los índices que se llevan en el Archivo General”. Así se daba cumplimiento a lo que resolvió el Congreso, el 26 de junio último.

Por su parte, el gobernador de Córdoba informaba, respecto al empréstito forzoso, que a pesar de sus esfuerzos, “sólo había podido recaudar 10.440 pesos, de los cuales se habían invertido 6.000 en cubrir las libranzas giradas de orden del Soberano Congreso; 1.500, en gastos del camino del Supremo Director, y que, destinados 3.000 por Su Excelencia para la continuación de la obra del cuño, no quedaba residuo alguno para los gastos que demandan dos batallones y un escuadrón, que iban a levantarse de orden superior”.

Pero se había facultado al jefe del Ejército, general Manuel Belgrano, para disponer los montos que se suponían recolectados durante cuatro meses por el empréstito, y ocurría entonces que no podían satisfacerse sus libramientos, “con mengua de crédito del Congreso”. Se ordenó entonces al gobierno de Córdoba que cubriese los libramientos de Belgrano, y que apremiase a los europeos “ejecutivamente” a pagar su cuota.