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BARTOLOMÉ MITRE. En sus últimos años, aparece jugando al billar en su casa, rodeado por familiares. Como historiador, admitió veracidad en el escrito de Alberdi. LA GACETA / ARCHIVO

Mitre admitió veracidad en su crónica.


El tucumano Juan Bautista Alberdi (1810-1884), publicó en 1839, en la “Revista del Plata”, que se editaba en Montevideo, el escrito titulado “La Revolución de Mayo. Crónica dramática”. Según Alberdi, “con propiedad se llama una crónica, porque es una narración exacta, puesta en boca de los personajes históricos, de todas las ocurrencias que tuvieron lugar en esos dos días famosos”, o sea el 24 y el 25 de mayo de 1810.

El historiador Manuel Lizondo Borda, que analizó esa crónica en su artículo “Alberdi y la historia argentina”, subraya que el prócer tucumano se había documentado debidamente para componerla. En escritos posteriores, su autor declaraba que “la parte histórica se ha tomado casi literalmente de las actas y de las memorias”, y “la parte fantástica, de la tradición popular”. Advertía que consultó las actas del Cabildo, las memorias de Moreno, de Saavedra, de Funes, “los periódicos de la época y los distintos escritos sueltos que corren sobre la época”.

El general Bartolomé Mitre -fuerte adversario de Alberdi, como es sabido- no negó veracidad, como historiador, al trabajo del tucumano. En el prefacio de la segunda edición de su “Historia de Belgrano”, Mitre se asombraba de que la revolución del 25 de mayo, a pesar de ser “el hecho más prominente de la historia argentina, no ha sido narrado hasta el presente, a excepción de la media página que le ha consagrado la pluma superficial del deán Funes, y de una ‘Crónica’ en forma dramática, escrita por el doctor Juan Bautista Alberdi, la cual tiene en el fondo más verdad histórica de la que su forma caprichosa haría suponer”.