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EN EL CEMENTERIO DEL OESTE. Esta foto de 1974, registra el aspecto que entonces tenía la tumba del coronel Gabriel Paz. LA GACETA / ARCHIVO

Una larga carrera, entre 1812 y 1862


El tucumano Gabriel Paz fue figura muy conocida en la ciudad del siglo XIX. Nacido en 1791, tuvo una larga foja de servicios, y falleció el 14 de septiembre de 1864. El periódico local “El Liberal”, el 2 de octubre de ese año, expresaba que Paz empezó a guerrear en 1812, como capitán de milicias en la batalla de Tucumán.

Luego, “en la guerra civil, fue actor también en toda ella, desde la revolución de D. Bernabé Aráoz en 1821 hasta el combate de El Ceibal en 1862. Como comandante de un regimiento de caballería, acompañó al general La Madrid en las invasiones de Quiroga a esta provincia”.

Luego, “se encontró en la batalla del Monte Grande, a las órdenes del general Lavalle, contra Oribe”. Añadía que “en todo el tiempo de la dominación despótica de Gutiérrez, el coronel Paz vivió retirado en la vida privada, esperando, como sus amigos de causa, que asomase la bandera de la libertad para lidiar nuevamente por su triunfo. Vino el gobierno del coronel Espinosa, y Paz estuvo dispuesto ya a prestar sus servicios en el grado de coronel. En este mismo grado, luchó contra Gutiérrez en la batalla de Los Laureles”.

Luego se retiró a su finca, pero apoyó el gobierno de José María del Campo. Con sus dos hijos, decía el periodista, “asistió a la desgraciada batalla de El Manantial en 1861, dejando uno de ellos prisionero del enemigo”. Derrotado, pasó a Santiago y se incorporó al ejército de Antonino Taboada, como jefe del Estado Mayor de la división tucumana. Así, luchó en El Ceibal en diciembre, donde fue derrotado Gutiérrez. Consideraba “El Liberal” que la provincia “tiene contraída una deuda de gratitud para con el coronel Paz”.