Por decreto de 1904, que no funcionó.
Es poco o nada conocido el hecho de que, en un momento dado, a la entonces “población” de Yerba Buena, se le cambió de nombre. Claro que, como suele ocurrir, el vecindario y la documentación oficial continuaron denominándola Yerba Buena, como siempre.
El 14 de noviembre de 1904, un decreto acuerdo firmado por el gobernador Lucas Córdoba y sus ministros Neptalí Montenegro y Eduardo Elordi, dispuso que “desde la fecha, la población de Yerba Buena, ubicada en el primer distrito del departamento de Tafí, se denominará Villa General Roca”.
En los considerandos, se tenía en cuenta “la petición interpuesta por los principales vecinos de Yerba Buena”, quienes manifestaban “el deseo unánime” de dar este “testimonio de justiciero homenaje al talento político y descollantes dotes de estadista del ex presidente de la República, teniente general Don Julio Argentino Roca”.
El Gobierno entendía que la solicitud se inspiraba en “un propósito de alta justicia cívica, honrando a un eminente hijo de esta provincia que, por dos veces, ha consagrado la acción de su vida de estadista y de militar al servicio de los intereses generales de la Nación”.
Agregaba que “no obstante la conveniencia de que las diversas regiones geográficas y poblaciones de la provincia conserven sus antiguas denominaciones, por la relación de intereses morales y materiales que esos nombres entrañan en la tradición de los pueblos, en el presente caso el Poder Ejecutivo considera justo acceder al pedido de la referencia, por cuanto se trata de honrar a un ciudadano que ha contribuido siempre, con el esfuerzo de su voluntad e inteligencia, al progreso y desenvolvimiento institucional del país”.