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EL BRONCE DE CAFFERATA. El presidente Roca hizo fundir dos ejemplares, y destinó uno para Tucumán y otro para Salta. LA GACETA / ARCHIVO

Minuciosa descripción de José R. Fierro.


Es sabido que en 1883 se colocó en la plaza Independencia una estatua en bronce del general Manuel Belgrano, obra de Francisco Cafferata (1861-1890). En 1904 se la trasladó a la plaza Belgrano, donde se halla hasta hoy. El profesor José R. Fierro la describió minuciosamente en un artículo para LA GACETA, en 1920.

“Belgrano está de pie, vestido de parada, con frac militar, charreteras, banda de general, botas granaderas con borlas y punta cuadrada, espuelas, pantalón de la época, sable de caballería y cinto con sol en la hebilla”, reseña el articulista.

“El frac, con sólo dos botones en el puño, está prendido desde el cuello con abrazaderas de cordones. Tiene la cabeza descubierta, en la mano derecha un rollo y con la izquierda sostiene la empuñadura del sable, sobre la cual golpean ligeramente las borlas de la faja. Su plácida fisonomía se ha cambiado en la dura reflexión del hombre perplejo por la lucha entre su conciencia y el cumplimiento del deber; entre abandonar esta tierra de sus afectos o abrir un sepulcro a la tiranía”.

Agrega Fierro que “se ha dicho que el rollo que tiene en la mano es el plano de la batalla: pero yo me imagino que son aquellas tremendas comunicaciones que recibió del Triunvirato y que tanto lastimaron su ánimo pundonoroso. En esa actitud lo ha sorprendido el arte para inmortalizarlo en el bronce de sus gloriosos trofeos”.

El presidente Julio Argentino Roca hizo fundir dos ejemplares de esta figura en el Parque de Artillería, en 1883. Destinó una para Tucumán y otra para Salta, escenarios de las grandes victorias de Belgrano.