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SELLO DEL CONGRESO. Así quedaba al estamparse sobre lacre. Fue confeccionado en plata por el talla mayor de la Casa de Moneda de Potosí, Pedro Venavides.

El reglamento de las elecciones de Tucumán


El 9 de abril de 1816, la sesión del Congreso de las Provincias Unidas acordó “fijar una regla que dirigiese, a los habitantes de esta ciudad de Tucumán y su campaña, en la nueva elección de diputados que se debe practicar”. La confección de ese reglamento se encargó al diputado Antonio Sáenz. Éste lo presentó al terminar la sesión: se discutieron algunos puntos y, aprobado, se dispuso remitirlo al gobernado y al Cabildo.

El cuerpo recibió, además, el acta del Cabildo de Santiago del Estero, por la cual reconocía al Congreso, se congratulaba de su instalación y prometía “la rendida deferencia a sus deliberaciones”.

A continuación, se consideró una presentación del gobernador de Tucumán, coronel Bernabé Aráoz. Planteaba la “total falta de fondos” para atender “las necesidades y escaseces” de la tropa local, que estaba al mando del teniente coronel Silvestre Álvarez. En consecuencia, quería autorización para imponer un empréstito, “que juzga suficiente para un pronto auxilio por ahora, asegurando a los prestamistas su efectivo pago”.

El Congreso estuvo de acuerdo, y resolvió que la cantidad sería pagada “en las cajas generales de la Capital, en el término de cuatro meses, con prevención de ponerse en los libramientos la calidad de ‘con cargo de reintegro en su caso’, y avisándolo así al Supremo Director del Estado”. Como ocurría con frecuencia al fin de las sesiones, el presidente, cronica “El Redactor”, “mandó despejar la barra para tratar secretamente un asunto de importancia y de la mayor gravedad, como se efectuó al momento”.