La preparación de un indulto general.
Desde que inició sus actividades en Tucumán el Congreso de las Provincias Unidas, tenía intención de decretar -“en obsequio” de su instalación- un indulto general “a favor de los desertores y demás reos”. En la sesión del 2 de abril de 1816, designó una comisión encargada de preparar el decreto correspondiente. La integraban los diputados Juan Martín de Pueyrredón (San Luis), José Darregueyra (Buenos Aires) y Jerónimo Salguero (Córdoba). Así lo informa “El Redactor”.
En otro orden, la crónica del periódico narraba, en esa sesión, “había asomado la idea de un impuesto general, insensible por su pequeñez, para formar un fondo con que subvenir a las escaseces de los pueblos ocupados por el enemigo y otras urgencias del Soberano Congreso”.
Pero la comisión designada para proyectarlo, opinó que, aunque se trataba de una medida necesaria, “el medio era violento, y no adoptable en unos pueblos oprimidos por reiteradas e inevitables contribuciones, y a quienes el solo nombre de ‘ímpuesto´ debía ser odioso y detestable”. La corporación estuvo de acuerdo. El diputado José Mariano Serrano (Charcas), expresó que en Jujuy y Salta se hallaba ”una multitud de emigrados, que forman la parte más sana de su pueblo comitente”. Entre ellos, dos doctores encargados, por la Asamblea Electoral de Charcas, de elaborar “las instrucciones para los diputados de aquella provincia”. Pedía que estas instrucciones se confeccionaran. La moción de Serrano fue apoyada por Miguel del Corro (Córdoba), José Malavia (Charcas) y Cayetano Rodríguez (Buenos Aires). El Congreso acordó postergar la discusión.