El Congreso de 1816 la instituyó patrona.
Hoy se celebra el día de Santa Rosa de Lima, nacida en 1586 y fallecida en 1617, a los 31 años. Además de sus obvias connotaciones espirituales, la fecha tiene para los tucumanos una significación que no siempre se recuerda y que nos interesa destacar. Nos referimos al hecho de que aquí, en Tucumán, el Congreso de la Independencia dio carácter de patrona a la célebre virgen limeña.
Ocurrió dos meses después de la declaración de la Independencia, producida, como se sabe, el 9 de julio de 1816. A moción del diputado por San Juan, fray Justo Santa María de Oro, el 14 de setiembre el cuerpo decretó que Santa Rosa de Lima quedaba instituida “Patrona de la Independencia de América”. Subraya el historiador Leoncio Gianello que la dimensión continental del título es una prueba más de que “el Congreso de Tucumán declaró la independencia para una agrupación de pueblos mucho más extensa que las Provincias Unidas del Río de la Plata: la declaró para las Provincias Unidas de Sud América”.
Juan B. Terán, por su parte, apunta que esa iniciativa del padre Oro “muestra la persistencia de su propósito de traducir, en la vida religiosa de América, la revolución de la independencia”, al propiciar el patronazgo de “una santa americana”.
La santa era venerada en la actual Argentina desde tiempos remotos. Por ejemplo en Córdoba, en el siglo XVII, el poeta Luis de Tejeda dedicó a su canonización un soneto y una redondilla. Esta decía: “Hoy la América se goza/ de ver trocada en estrella/ luciente del cielo y bella/ la que en sus campos fue Rosa”.