En una evocación de Alberto Rougés.
Es conocido que el doctor Ernesto Padilla (1873-1951), quien gobernó Tucumán de 1913 a 1917, fue uno de los mandatarios más progresistas del siglo que pasó. Su amigo, el filósofo Alberto Rougés (1880-1945), en una carta del 12 de febrero de 1945, valoraba su obra. “Lamento que tu iniciativa del año 16 fuera abandonada por los gobiernos que continuaron el tuyo”, le decía. “Se perdió así el primer Museo Colonial que hubo en el país. El Museo de Bellas Artes se clausuró, el de Arqueología se durmió hasta 1934, en que se hizo la primera expedición de esta índole realizada después de tu gobierno”.
Agregaba: “Mala época esa para los valores de cultura. Los económicos corrieron mejor suerte. La Caja Popular (de Ahorros) creció y el grano de mostaza se convirtió en un árbol. Se puede decir que su obra ha sido considerable. ¡Ojalá recuperemos el tiempo perdido! Estos últimos años, la vida cultural de Tucumán se ha acrecentado considerablemente, al recuperar la Universidad la función cultural que antes tenía y que había abandonado por completo”. Sobre el parque de La Florida, decía que “ojalá se le dé la importancia que debe tener”. El gobernador Miguel Critto, narraba, “me ha dicho que hagamos lo que nos parezca bien. Lamento carecer de la holganza necesaria para consagrar un esfuerzo a esto. Felizmente, el parque está cada vez mejor, porque se ha concluido con las explotaciones clandestinas del bosque. Pero desgraciadamente el camino a Tafí, que debió ir por allí, ha sido desviado de su natural recorrido, para ir por una quebrada”.