
El conflicto por el Lawn Tennis, en 1921.
A solicitud del Tucumán Lawn Tennis Club, la intervención federal del ingeniero Federico Alvarez de Toledo le cedió -por decreto del 26 de septiembre de 1921- una parcela del parque 9 de Julio para instalar sus canchas. Y el 22 de diciembre el nuevo interventor, doctor Benito Nazar Anchorena, dispuso que la medida se ejecutara.
El parque estaba dirigido por una Comisión Administradora “ad honorem”, cuya presidencia ejercía don Ramón Paz Posse. Este objetó la cesión. Consideraba que no podía disponerse por decreto de un bien del dominio público de la Provincia. A su juicio, se privaba así al vecindario del goce integral del paseo y se creaba un precedente, ya que si otras entidades imitaban al Tennis, el parque se convertiría en “un conglomerado de construcciones y terrenos vedados a la mayoría de la población, y solamente accesibles a los asociados de las entidades favorecidas”. Agregaba que, localizada a la entrada del paseo, la cesión perjudicaba su estética y destruía el plano del arquitecto Thays. Opinaba que era muy conveniente ayudar a un club deportivo, pero sin afectar “otra obra eminentemente sana y popular”.
Como la intervención no acogió su opinión, Paz Posse presentó la renuncia al cargo, el 26 de diciembre. El interventor la rechazó, en un decreto donde aclaraba que no había visto en su actitud “otra cosa que un exceso de celo del distinguido funcionario, digno siempre del más alto respeto”. Pero el presidente de la Comisión insistió en dimitir, y el interventor no tuvo más remedio que aceptarlo.