El tucumano Nicolás Avellaneda es un protagonista decisivo en la formación de la Argentina moderna y, al mismo tiempo, una figura intelectual de gran talento y sensibilidad. Hijo de un mártir de la guerra civil, debió pasar su niñez en el exilio. Luego de doctorarse de abogado, inició en Buenos Aires la fulgurante carrera cívica que lo llevaría a la primera magistratura de la República.
De baja estatura y pésima salud, su debilidad física disimulaba la energía que le permitió sobrellevar una feroz crisis económica e imponerse sobre dos sangrientas revoluciones. Tras sofocar la última, puso punto final al arduo problema de la Capital. La Conquista del Desierto, la defensa de la soberanía en la Patagonia y el crecimiento de la instrucción pública figuran entre sus grandes logros. Su desvelado servicio al país no se detuvo al finalizar la presidencia. Mientras luchaba contra la enfermedad que cerró su vida a los 49 años, fue rector de la Universidad de Buenos Aires y senador nacional.
Detrás del hombre de Estado, brillaba el inolvidable orador, el escritor de prosa elegante, el crítico literario de gusto certero. Pero, más allá de todo eso, había un político tolerante. El hijo del degollado rechazó siempre la violencia, e impuso el diálogo y la conciliación, aún en los momentos más difíciles.
Ésta es la primera biografía integral de Nicolás Avellaneda, producto de una profunda y rigurosa investigación en las fuentes documentales y bibliográficas.
Autoría: Carlos Páez de la Torre (h)
Editorial: Grupo Planeta, 2001
ISBN: 950-49-0724-5
Cantidad de páginas: 416