Larga actuación del tucumano Mariano Salas.
Más de treinta años de esforzados servicios, constan en la foja militar del coronel Mariano Salas. Había nacido en Tucumán, en 1808, hijo de don Mariano Salas y doña Francisca Espinosa. Se inició en la carrera de las armas en 1825 y actuó con brillo en las más importantes acciones de la Guerra con el Brasil. Por su desempeño en Ituzaingó, recibió un escudo de plata y el cordón de honor.
Luego, a órdenes de Juan Lavalle, peleó contra los federales en Navarro, Zapallar, Matanza y Puente de Márquez. Su ideario le valió persecusiones y finalmente el arresto, ordenado por Juan Manuel de Rosas. Pudo evadirse en 1840 y volvió al ejército de Lavalle, para luchar en combates como Sauce Grande y El Tala. Ya con grado de teniente coronel, participó en las batallas de Quebracho Herrado, San Cala y Famaillá. Derrotado en esta última Lavalle y después ultimado en Jujuy, Salas estuvo entre los que acompañaron el cadáver de su jefe hasta Potosí. Sirvió luego con lucimiento en el ejército de Bolivia, durante dos años.
En 1857 pudo volver a Buenos Aires. En el Regimiento de Carabineros, hizo la campaña contra los indios, que terminó en la batalla de Pigüé. También luchó contra ellos con el Regimiento Húsares del Plata, que se puso a sus órdenes, desarrollando la campaña de Bahía Blanca hasta Laguna Larga. Después, en 1859, estuvo en la batalla de Cepeda, a órdenes del general Bartolomé Mitre, y también en el combate marítimo de San Nicolás, ese año. Actuó defendiendo la ciudad en el sitio de Buenos Aires. También formó en la batalla de Pavón.
Miembro del Estado Mayor aliado en la Guerra del Paraguay, una grave herida lo hizo dejar definitivamente el servicio activo. El coronel Salas falleció en Buenos Aires, el 17 de diciembre de 1866.