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SALUSTIANO ZAVALÍA. Retratado de chaleco blanco, detrás del presbítero Lavyasse, en un detalle del célebre óleo "Los constituyentes del 53", de Antonio Alice. LA GACETA / ARCHIVO

La defensa del diputado tucumano Zavalía.


El doctor Salustiano Zavalía (1806-1873) fue diputado por Tucumán a la Convención Constituyente de 1853. Abogado de relieve, tuvo distinguida actuación en los debates de esa asamblea. Por ejemplo, replicó con un fundado discurso al doctor Facundo Zuviría, cuando este sostuvo la inoportunidad de dictar la Constitución.

Zuviría decía que el país estaba caotizado. Contestó el tucumano que “con las imperfecciones propias de nuestro modo de ser político, existen los pueblos, por lo general, subordinados a sus gobiernos, y pueblos y gobiernos se muestran dóciles a las resoluciones del Congreso y del Director. No ofrecen resistencia a la organización nacional: antes, la piden a gritos. Y si el orden no es completo, si la paz no reina en todos los ángulos de la República, es porque no tenemos Constitución; es por eso mismo que debemos darla cuanto antes”.

A la objeción de la “falta de costumbres republicanas”, Zavalía replicó que “por lo mismo que nuestros pueblos no están educados, es preciso ponerlos cuanto antes en la escuela de la vida constitucional; pues el reinado de la anarquía y del despotismo en que hemos pasado todo el período de la Independencia, no es a propósito para formar buenos ciudadanos”.

Y en cuanto al argumento de la falta de un poder poítico capaz de garantizar la observancia de la carta, Zavalía expresaba que “la Constitución crea un tesoro, un ejército nacional y, sobre todo, crea un magistrado supremo con atribuciones detalladas y consagradas por la ley. Existirá ese poder y será robustecido por el poder incontrastable de la opinión nacional”.