No constituía su género favorito
El tucumano Juan Bautista Alberdi (1810-1884), recordaba que “mi educación no se hizo únicamente en la Universidad, por las doctrinas de Locke y Condillac, enseñadas en las cátedras de Filosofía, ni por las conversaciones y trato de amigos más ilustrados”. Confesaba que, sobre todo, “contribuyeron a formar mi espíritu las lecturas libres de los autores que debo nombrar, para complemento de la historia de mi educación preparatoria.
Daba luego una lista de cerca de medio centenar de ensayistas. Al finalizar, comentaba: “se ve por este catálogo que no frecuenté mucho los autores españoles; no tanto por las preocupaciones antiespañolas, producidas y mantenidas por la guerra de nuestra Independencia, como por la dirección filosófica de mis estudios. En España no encontré filósofos como Bacon y Locke, ni publicistas como Montesquieu, ni jurisconsultos como Pothier”.
El biógrafo Jorge Mayer hace notar que Alberdi fue el único de su generación que no escribió poemas. “De nuestros poetas -decía Alberdi- he cultivado más las personas que sus obras. Amigo íntimo de Mármol, de Gutiérrez, de Echeverría, nunca he tenido sus poesías y poco las he leído”.
Agregaba que “no he hecho un verso en mi vida. A Byron lo he leído en prosa francesa. Con Gutiérrez, nos unían los contrastes, más que las analogías. Él se reía de mi pasión por la Filosofía, por los estudios abstractos; yo no reía. Pero le disimulaba su gusto por los poetas. Él lo conocía y su venganza era decirme que yo era poeta sin saberlo ni quererlo”.