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JOSÉ IGNACIO DE GARMENDIA Y AGUIRRE. Un prestigioso vecino de la ciudad al comenzar el siglo XIX.

Garmendia costeó soldados tucumanos


Don José Ignacio de Garmendia y Aguirre, español, era nacido en 1752. Se radicó joven en San Miguel de Tucumán, donde pronto tuvo una holgada situación económica gracias a su actividad de comerciante. Su casa estaba en la ochava sudeste de las actuales 24 de Septiembre y Laprida.

Se casó con una tucumana, María Elena Alurralde, que era viuda de don Juan José de las Muñecas y madre, entre otros, del célebre presbítero Ildefonso de las Muñecas. Con doña María Elena, tuvo Garmendia seis hijos en total. Entre ellos, estuvo el gobernador Pedro de Garmendia.

En “La ciudad arribeña” (1920), Julio P. Ávila dedica varios párrafos a Garmendia y Aguirre, vecino prestigioso de la ciudad en tiempos de la Independencia, aunque conservaba sus simpatías por los realistas. Subraya Ávila el “señalado favor” que don José Ignacio prestó a la causa del Rey en 1806, con motivo de las Invasiones Inglesas.

En efecto, aportó de su peculio 3.005 pesos, considerable suma para la época, para costear la formación de un contingente a cuyo mando se puso, marchando a Buenos Aires. La suma no le fue restituida, por lo menos durante más dos décadas.

En su testamento, de 1828, expresaba: “que la Real Hacienda me debe 3.005 pesos por gastos hechos en la expedición que llevé de aquí para la reconquista de Buenos Aires en 1806, en virtud de superior orden del Exmo. Señor Virrey y Capitán General Marqués de Sobremonte; cuyas cuentas liquidadas y aprobadas por los señores Ministros de Salta, las mantuve en mi poder por la imposibilidad de cobrar, hasta que últimamente, remití a Buenos Aires dichos expedientes a poder de mi hijo José Ignacio, para que haga la diligencia de cobrar”.