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INVESTIGACION BOTÁNICA. Portada del tomo donde Miguel Lillo determinó el material de herbario de Santiago Venturi.

Notable trabajo de Venturi y Lillo, en 1910.


En 1910 apareció “Contribución al conocimiento de los árboles de la Argentina”. Se confeccionó “según colecciones y observaciones de Santiago Venturi”, que fueron “determinadas por Miguel Lillo”. Contenía cerca de 800 asientos, con nombre científico y vulgar de cada árbol, lugares donde se encontraban y características.

Llevaba una “introducción” de cada autor. Miguel Lillo firmaba la primera, muy breve. Narraba que Venturi le había confiado la determinación “del material de herbario que recogió en su viaje por el norte y centro de la República, de muestras de madera para la Exposición del Centenario”. Decía que “después de varios meses de trabajo, he podido dar fin a mi tarea, luchando con grandes dificultades por la insuficiencia de la mayoría de los ejemplares”. En efecto, más de la mitad se componía de ejemplares estériles, o sea “en condiciones poco favorables para la clasificación científica”. Apuntaba que “los botánicos comprenderán que, con tal material, la determinación de especies vegetales es una tarea ardua y en muchos casos imposible, tratándose de un país cuya flora es un mal conocida y poco estudiada”.

Advertía que después de los trabajos de Grisebach (1878) y de Hieroymus y Niederlein (1890) “muy poco se ha escrito sobre la Flora Dendrológica Argentina, de modo que la colección Venturi ha venido a aumentar considerablemente nuestro conocimiento en tal asunto, y es de lamentar que no haya dispuesto de más tiempo y elementos para dar cima a un trabajo bajo todo punto de vista utilísimo”.

Citaba especies nuevas: “Biepharocalyx giganteus Lillo; Biepharocalyx montanus Lillo; Ilex argentina Lillo; Prunus tucumanensis Lillo; Lonchocarpus sylvaticus Lillo y Bauhinbia Venturii Lillo”. Con interrogante, “Gyrotaenia argentina Lillo” que “es más probable que pertenezca a un nuevo género”.