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MIGUEL LILLO. El sabio, sentado en su despacho. Detrás, a la derecha, se divisa al doctor Antonio Torres. LA GACETA / ARCHIVO

Datos personales redactados a pedido.


En 1920, Cristóbal M. Hicken pidió al sabio Miguel Lillo sus datos biográficos para una publicación que proyectaba. Lillo redactó una extensa respuesta, fechada el 31 de agosto. Conocemos el borrador, del que transcribimos algunos párrafos.

“Parece que nací en 1864, pero no estoy bien seguro, pues no tengo fe de bautismo. En 1870 ingresé a una escuela municipal, llamada Escuela Monteagudo, en donde permanecí hasta 1874; en dicho año entré en las Escuelas Pías, hasta 1877 en que me matriculé en el 2° año del Colegio Nacional, habiendo recibido el diploma de bachiller en 1881 (entonces eran 6 años). Un año tuve una beca ($12 bolivianos) del gobierno provincial”.

Seguía. “En 1882 estuve de dependiente en una farmacia. En 1883 fui nombrado ayudante de Física en el Colegio Nacional. En 1898, profesor de Historia Natural en la Escuela Normal. En 1890, profesor de Física del Colegio Nacional, que en 1892 cambié por Química. En 1899 renuncié las cátedras… por incompatibilidad, pues era director de la Oficina Química Provincial. En 1905 volví de nuevo al profesorado de Química, que renuncié en 1917. En 1914 había sido nombrado profesor de Química en la Universidad, cargo que conservo hasta la fecha”.

Recordaba que “en 1885 fui nombrado ayudante de la Oficina Química Provincial, en 1889 pasé a subdirector y en 1892 a Director hasta la fecha. Esta oficina fue fundada por el reputado químico Federico Schickendantz a quien debo la iniciación en esta ciencia (Química)”.

Sobre su tarea de botánico, dice: “tengo mi herbario desde 1886: mi n° 1 es ‘Tragia volubilis L.” recogido el 19-II-1886 en Tafí Viejo; hasta la fecha tendré unos 12.000 números coleccionados por mí solo”.