Semblanza de 1905 en la “Revista de Letras”
Como se sabe, el dominico fray Ángel M. Boisdron (1845-1924) fue una figura muy destacada en la vida religiosa y cultural de Tucumán. En 1905, a propósito de una conferencia de Boisdron sobre Cervantes, el doctor Juan B. Terán trazó una semblanza del sacerdote en la “Revista de Letras y Ciencias Sociales”, que redactaba.
“El padre Boisdron es un orador moderno: tal es su definición y su elogio”, escribía Terán. “Hombre de su tiempo, con el sentido de las nuevas necesidades, ha adquirido las condiciones que le eran adecuadas para triunfar en su ministerio. Doctrinario, raciocinador, tolerante en la forma, sabe que la simpatía es el camino más seguro para el convencimiento, y que en nuestro tiempo no siempre se predica a creyentes y devotos”.
Al igual que el padre Lacordaire, “trata de vincular el cristianismo a su siglo, y como él, tiene el culto y el amor de la antigüedad clásica”. No es “un pulidor de frases”; pero sabe que sería tarea pobre para quien cuida almas pensar que palabras simples de amor y de esperanza otorguen reposo “en la sobreexcitación moderna de condicias angustiosas”.
Boisdron “no busca la emoción por la piedad o la atrición, sentimientos que obnubilan los ojos con el llanto o la meditación, sino evocando la realidad con discreción y eficacia, para conmoverse en el espectáculo de la vida y la sociedad”. Así, “no trata de persuadir en nombre del dogma y de la fe, sino de la razón”. Entonces, cosechará mucho,“a la inversa de los que se satisfacen con perorar estéril y abundantemente, en nombre de sentimientos que nos dejan fríos, con ademanes e imprecaciones que corresponden a estados de almas arqueológicos”.