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JOSE AGUSTÍN MOLINA. Su amigo porteño lo instaba a abandonar el pequeño escenario tucumano.

Como es conocido, el doctor José Agustín Molina (el famoso “Obispo Molina”) tuvo gran amistad con fray Cayetano Rodríguez. Este …


Como es conocido, el doctor José Agustín Molina (el famoso “Obispo Molina”) tuvo gran amistad con fray Cayetano Rodríguez. Este quería llevarlo a Buenos Aires, pero el tucumano se mostraba reticente a dar semejante paso.

Rodríguez lo animaba, en carta del 26 de febrero de 1815. “Conocemos las ataduras que te ligan, y que cada hermanita, cada sobrina, se cuelga de tu cuello y te ejecuta. Este ataque mujeril es violentísimo para un corazón como el tuyo, sensible, amoroso y apegado a tu familia. Pero ¿vivirás siempre aislado y reducido al ameno círculo de Tucumán, sin ver más horizontes? ¿Tan humilde eres que no aspiras a más fortuna que la que te entra por los ojos? Eres Jasón. ¿Cuándo quieres labrar tu mérito y graduar tus ascensos?”

Consideraba Rodríguez que “esto deben considerar las hermanitas y sacrificar la complacencia de verte a su lado, a la conveniencia de tu persona. Jamás habría sido (Diego Estanislao) Zavaleta lo que es, metido en Tucumán”. Le dolía “verte sepultado en la obscuridad sin aspirar a cosa interesante, y lo que es más, metido entre esos lobos que no pierden ocasión de devorarte. Aquí tienes en qué ejercitarte, hay quien te estima, quien conoce tu mérito, quien lo haga conocer y quienes hagan por ti”.

Zavaleta había renunciado y el Provisor era Valentín Gómez. “Mira abierta una puerta para empezar a su lado y más, cuando él me acaba de repetir esto mismo para que te lo escriba. En fin, habla con Balcarce. Este va resuelto a traerte. Es tu amigo y ha anticipado oficios a tu favor. No apuro más la materia, porque te diré cosas que te harían venir a pie. El amor es elocuente, pero más es tu corazón si tratas de escucharlo, y en este contraste, la razón es el juez. Óyela de buena fe. Para venir no es menester trepar el Aconquija”.