Problemas de Jacques con amigos del norte
No se ignora que el sabio Amadeo Jacques vivió y enseñó varios años en Tucumán. En 1862 partió a Buenos Aires, dejando amigos tanto en nuestra ciudad como en la de Santiago, cuna de su esposa. Alguna vez, estas relaciones le trajeron problemas. Así lo narra la carta que el 5 de mayo de 1864 envió a Manuel Taboada, publicada en “Los Taboada”.
Jacques informaba haber recibido las recomendaciones que Taboada le envió sobre dos jóvenes, uno hijo de Juan Francisco Borges y otro de Manuel Alfaro, que iban pupilos al Colegio Nacional de Buenos Aires, donde Jacques enseñaba. El hijo de Borges venía con el padre y le dio gusto conocerlo, pero otra cosa ocurrió con Alfaro.
Ni bien llegó el chico Alfaro, “me asaltó con pedimentos de dinero y más dinero, para comprarse la ropa que le faltaba, y para eso y para aquello, diciéndome que en la carta de usted yo debía ver una letra de crédito ilimitado en su favor y que, por lo demás, él era ya latinista y filósofo aprobado en el Colegio de Catamarca”.
Continuaba Jacques: “Hablándole con franqueza, la traza y los modales de ese muchacho no me gustan. La carta de su padre, que me presentó juntamente con la de usted, me parece indicar más bien desconfianza que otra cosa. La de usted me pide que ‘le atienda’, pero no me autoriza a satisfacer los gastos que él me presentó como necesarios, tal vez sin serlo. Con todo, he tenido que franquearle ya (tal ha sido su empeño) 580 pesos, o poco más o menos 29 pesos bolivianos, por importe de la lista firmada por él, que le mando adjunta. Pero no desembolsaré un peso más, hasta ver si soy bastante autorizado por usted o por su padre”. La lista, enumeraba media docena de camisas y otra tanta de medias, un sombrero y un chaleco.