Terán habla en la Universidad de La Plata.
En octubre de 1922, Juan B. Terán diserta en la Universidad de La Plata sobre “El problema de nuestra cultura”.
Rescatamos algunos de sus conceptos. Discrepa con Ortega y Gasset, cuando éste atribuye los males de España a “la insubordinación de la masa contra toda minoría eminente”.
Piensa Juan B. Terán que es al contrario: “en vez de pedir humildad y entusiasmo a las masas, hay que pedirlos a la minoría eminente”.
Esas calidades -resumibles en una, la “abnegación”- deben exigirse al ser culto y no a la masa. No hay signos más claros de grandeza espiritual que la humildad y el entusiasmo.
Son, además, los rasgos básicos del espíritu científico: equivalen a la “poca fe” y a “la mucha esperanza” con que se lo ha definido.
Habla de las Universidades. Su rol es “afinar, encauzar, dirigir las manifestaciones de cultura de la sociedad, amplificar su eficacia social, ser una placa resonadora de su voz”. Pero, para eso, deben afirmar su autonomía ante el Estado y acercarse al modo de las instituciones privadas: “llenarse de espíritu y limpiarse de mecanismo”. Entonces, la cultura ha de ser general, para crear una “temperatura social” que genere nuevas y mejores manifestaciones. Las Universidades debían atraer a sus ámbitos a los hombres dotados de “la mayor capacidad de comprensión y de sugestión”. Y debían emanciparse en lo posible de la tutela del Estado, “para escapar a su ‘efemerismo’ -a su vivir al día- y a su egoísmo”. En el esfuerzo privado y la acción independiente, Terán advertía “una promesa muy grande”.