La primera mensura tucumana documentada data de 1685, cuando la ciudad se trasladó desde el primitivo emplazamiento en Ibatín a la ubicación actual. Antes de la mudanza, una comisión encabezada por el alcalde Luis de Toledo y Velasco “midió las dichas cuadras de la ciudad vieja y el ancho de las calles!, para repetirlas en el nuevo asiento. Perro habría que esperar hasta 1820, para que San Miguel de Tucumán designara su primer “Agrimensor General”, cargo que recayó en el ingeniero Felipe Bertrés. Desde entonces, la profesión ha recorrido un largo y variado camino. Con este libro, el Colegio de Agrimensores de Tucumán busca rescatar sus etapas fundamentales, desde los comienzos hasta la actualidad.
Autoría: Carlos Páez de la Torre (h)
Editorial: Ed. Colegio de Agrimensores de Tucumán, Tucumán, 2014
ISBN: 978-987-33-4739-9
Cantidad de páginas: 300