Entre 1878 y 1913 sucedió sólo una vez.
Obviamente, las noticias referentes a la actividad azucarera tenían preferente ubicación en las páginas de LA GACETA desde sus comienzos.
Hace un siglo, en junio de 1913, se informaba que el 2 de ese mes iniciaría la zafra el “ingenio Guzmán”, como era usual llamar a Concepción por su propietario, don Alfredo Guzmán. El 9, harían lo mismo las fábricas de La Florida y Lastenia, mientras el 11 empezaban la molienda Nueva Baviera y La Trinidad. Los trapiches del coloso Santa Ana recién entrarían a rugir el 15.
En la edición del 16, una información destacada se titulaba “La flor de la caña”. Decía que “hace 35 años que floreció la caña en toda la provincia. La cosecha resultó extraordinaria. Hace 12 años que el fenómeno se repitió, pero sólo en la Quebrada de Lules. Hoy se reproduce nuevamente, con carácter general. En la Cruz Alta y en la zona sur de la provincia, hay cañas florecidas”.
Agregaba que “ayer hemos sido obsequiados por el señor Pablo S. Álvarez con una flor de la caña de su finca del río Lules. Cañaverales enteros han principiado un espectáculo no común en estas regiones”. En suma, “son excelentes augurios para la cosecha que se inicia. La flor de la caña representa un símbolo de prosperidad y bienestar ¡Bienvenida sea!”.
Al día siguiente, comentaba el diario que “ha despertado interés entre los cañeros y las personas que se interesan por los resultados de la cosecha azucarera, nuestra publicación de ayer sobre el florecimiento de la caña”. Se aclaraba que la flor que trajo Álvarez de Lules, le había sido entregada por René Hileret.