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CASA DEL DIPUTADO. Vivienda de dos plantas del doctor Salustiano Zavalía, en la hoy calle Crisóstomo Álvarez al 500, vereda del sur. Es una foto de 1870. LA GACETA / ARCHIVO

El criterio de Salustiano Zavalía


El abogado tucumano Salustiano Zavalía (1808-1872), quien fue constituyente de 1853 y gobernador, era dilecto amigo de Juan María Gutiérrez (1809-1878). Desde Tucumán, el 19 de noviembre de 1854, le escribía para informarle sobre su vida.

Contaba que lo designaron diputado a la Sala de Representantes, porque, decía, “no había quien se atreviera a poner mano en la sanción de nuevas rentas; porque para esto se necesita inteligencia, aliento y popularidad y desprendimiento, sobre todo”. Los que “aquí hacen la corte al pueblo para medrar con sus sufragios, huyen de insinuar cosas de impuestos”.

Le parecía al doctor Zavalía que “el asunto más vital de la época”, era precisamente el de los recursos de la Provincia. Le anticipaba que “voy a trabajar en la sustitución del diezmo, por una contribución directa que importe una cuarta parte del valor de aquél; y como no hay cosa más odiosa para los pueblos que un impuesto nuevo, cuidaré de darle al mío el nombre de un reemplazo equitativo del diezmo abolido”. Asimismo, Le informaba que sus conciudadanos le insistían para que empezase a publicar en Tucumán un periódico semanal. Confesaba: “yo mismo siento todos los días la necesidad de su existencia, para multiplicar en las provincias las buenas publicaciones de Entre Ríos, Corrientes, Mendoza y Córdoba”. Y también, “para encaminar la opinión de este pueblo y para atemperarlo, según el caso; pero no me queda tiempo, no para redactar un artículo de fondo sino para dirigir nuestra imprenta mal servida”.