Tucumán y la región, en un trabajo de 1896.
Largas referencias sobre las aguas minerales de Tucumán, contiene el importante libro “Estudios de las aguas minerales del Norte de la República Argentina (Salta, Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán)”, de 1896. Es obra del médico tucumano Eliseo Cantón, en ese momento diputado nacional y catedrático de la Universidad de Buenos Aires.
El capítulo IX de la obra, titulado “Provincia de Tucumán”, trataba estos puntos: “I. Falta de aguas termales y abundancia relativa de materiales cloruro-sódicos fríos. Aprovechamiento que de ellos se hará. II. Salinas de Siambón: camino de la Puerta de San Javier y por la Quebrada de Lules. Análisis de sus aguas por el señor Federico Schickendantz. III. Clasificación de las mismas. Indicaciones y contraindicaciones terapéuticas. IV. Aguas minerales del Timbó”.
Obviamente, no es posible sintetizar aquí, sin la competencia debida, algo del material científico allí publicado. Pero es notorio el conocimiento que despliega el autor sobre la geografía de la provincia y de las sendas montañosas, revelado en la minucia y precisión de sus datos.
Asimismo, se detiene a admirar el paisaje. Dice, por ejemplo, que la Puerta de San Javier “es un sitio estratégico y de efectos mágicos para el turista”. Y que quien lo vea en un día de atmósfera diáfana, “guardará para siempre el recuerdo de uno de los espectáculos más grandiosos observados en su vida y ofrecido por la naturaleza”. En la Quebrada de Lules, “una vegetación floreciente y apiñada se disputa el suelo y el espacio en busca de luz”, y se viaja “protegido por la interminable y esplendorosa bóveda” de árboles “de dimensiones increíbles y de maderas preciosas”.