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LOS SANTOS PATRONOS. En la Catedral, flanqueando la imagen patronal de San Miguel, están las de los vicepatronos San Simón y San Judas Tadeo, que datan del siglo XVI. LA GACETA / ARCHIVO

Noticias de Tucumán en un periódico de 1797


El periódico “Correo Mercantil de España y las Indias”, que se editaba en Madrid en el siglo XVIII, ofrecía un balance de la vida económica de San Miguel de Tucumán en 1796-97. Se publicó en la edición del 20 de noviembre de este último año. Narraba que “la estación fue favorable en setiembre del año anterior, lo que junto con la fertilidad natural del terreno, prometía una cosecha de granos y menestras abundante”.

Pero “estas esperanzas tan lisonjeras se desvanecieron en el siguiente mes, por la falta de lluvias que se experimentó, por el polvillo que se recogió en el trigo y por la plaga de langostas que se manifestó últimamente. Por esta razón la fanega de trigo se vendió a 6 pesos, y aún a este precio no se encontraba. Estos reveses debilitaron y enflaquecieron al ganado y disminuyeron la procreación. El trigo subió en diciembre 8 pesos la fanega, el maíz 14 pesos”.

La sequía “siguió padeciéndose en enero del presente año, de manera que los ríos caudalosos podían pasarse a pie enjuto, varios abundantes manantiales se retiraron y los campos se pusieron tan áridos, que presentaban el aspecto más lastimoso, ocasionando la muerte de muchos ganados”.

Estas situaciones, “y los temores que habían infundido los repetidos temblores de tierra que se habían sentido en los meses anteriores hasta el número de diecisiete”, los movió a rogar al Altísimo a través de los patrones San Simón y San Judas Tadeo. “La confianza que este pueblo tiene en estos Santos titulares, no fue desmentida, pues inmediatamente se halló socorrida la tierra con abundantes lluvias”, aunque la langosta no pudo extinguirse.