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ALEJANDRO HEREDIA. Con Manuel Arroyo y Pinedo, fue diputado por Tucumán al Congreso que sancionó la Constitución de 1826. Es un dibujo de Ignacio Baz

Una intervención en el Congreso de 1825.


El general Alejandro Heredia, guerrero de la independencia y gobernador de Tucumán 1832-38, fue uno de los dos diputados por Tucumán en el Congreso Nacional que sancionó la Constitución de 1826. Revisando las actas, aparece su escasa pero contundente intervención en los debates.

Por ejemplo, en la sesión del 9 de marzo de 1825, la comisión redactora resolvió suprimir un artículo sobre los diputados. Decía que ellos “pedirán a sus respectivos gobiernos los proyectos que juzguen conducentes a la mejora de su industria territorial, en su comercio y aumento de sus rentas”. El presidente explicó que la supresión se debía a que una estipulación de esa índole parecía impropia de una Constitución y un tanto obvia.

Intervino entonces el diputado Bonifacio Vera (San Juan), para sostener que, si no correspondía a una ley, debía ser objeto de un decreto. Habló entonces el General Heredia. “El decreto que se solicita no sólo es innecesario sino que trae también sus inconvenientes”, dijo. “Es innecesario porque realmente todos los diputados están facultados para proponer cualquier proyecto respecto a la prosperidad de cualquier provincia que representen. Trae su inconveniente porque, expedido que sea, todas las provincias se agolparán con reclamaciones al Congreso, quitándole la atención que debe prestar a los negocios en grande y que requieren una ocupación bastante contraída”.

Le parecía mejor “dejarlo a discreción de los diputados, que sabrán aprovechar aquellos momento que crean oportunos, o más bien en que el Congreso no esté ocupado de la atención general, para que propongan los proyectos que estimen convenientes”. En suma, apoyaba la supresión y así se votó.