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EL GENERAL-DOCTOR. Alejandro Heredia retratado en una litografía de Bacle

Descripción de Alejandro Heredia en “Chavela”


La novela histórica “Chavela” (1903), de Jorge Söhle, contiene una descripción física del general-doctor Alejandro Heredia, que nos gobernó desde 1832 hasta 1838. Hacia esta última fecha, en un baile, “tenía cincuenta años largos, que no los representaba; estaba bien conservado, a pesar de los excesos que desde hace algún tiempo venía cometiendo diariamente, tanto en los altares de Baco cuanto en los de Venus y de la agitada vida de campamento que había llevado desde su juventud”.

“Alto, buen mozo, gallardo, era el tipo resultante de la mezcla del indígena con el español y lo demostraban sus ojos negros, rasgados, sus pómulos algo salientes -lo que disimulaba las patillas a la inglesa, única barba que usaba- su boca casi sin labios y su frente ancha, pero deprimida; ello había dado origen a su mote de El Indio Heredia”.

“Iba de paisano; traje de frac negro, talle corto, solapa y faldones anchos, botones grandes, lisos; se conocía había salido de la renombrada tijera del sastre inglés Coyle, vecino de Buenos Aires; corbatín de elástico negro, ancho, y camisa de chorrera, en cuya pechera se veían dos botones de oro cincelados, que los unía una cadenita sumamente fina del mismo metal”.

Llevaba una banda celeste, con el escudo de Tucumán: “ovalado, dividido en dos cuarteles, el superior azul celeste y el inferior blanco; encontrándose en el centro de éstos, cruzados, un sable, una lanza con banderola y una pica cubierta con el gorro frigio; orlaban el escudo una rama de palma y otra de laurel y el mote ‘Tucumán sepulcro de los tiranos’. Se veía en la parte inferior un trofeo de armas y banderas y en la superior un sol naciente”.