Hace 180 años que nació Padilla, su creador.
En un día como hoy de 1837, un 3 de mayo, nació un tucumano cuya memoria debiera siempre honrarse: el doctor Ángel Cruz Padilla. Fue él quien, en 1880, decidió operar un sustancial cambio en la asistencia sanitaria de la ciudad de su tiempo.
Padilla era “presidente” de la Municipalidad (como se llamaba quien dirigía el grupo de ediles, pues no había entonces la división entre Intendencia y Concejo). Desde ese cargo concibió la idea de construir un moderno hospital. Aprobada la ordenanza, él mismo se puso al frente de la comisión que correría con los trabajos. Multiplicó los esfuerzos para lograr fondos, a pesar de la escasa renta municipal, y obtuvo algunas donaciones. Ejecutaron los planos el ingeniero Federico Stavelius y los técnicos Carlos Lowenhard y Adolfo Methfessel.
Padilla impulsó la construcción con la máxima energía. El 1 de enero de 1883 quedaba habilitada, con el nombre de Hospital Mixto “Nuestra Señora de las Mercedes”, a tiempo que se cerraban los dos precarios establecimientos existentes. Al inaugurarlo, Padilla dijo: “Si conocéis el país en que vivimos y tenéis en cuenta la magnitud de la empresa realizada, comprenderéis cuántas dificultades he vencido, cuántos y cuán amargos sinsabores he experimentado”.
Padilla era además un destacado abogado. Fue miembro de la Sala de Representantes y diputado nacional por Tucumán. Según Silvano Bores, “en su palabra animada y viva”, había “el calor y el fuego del apóstol que guarda, en las cenizas de su combustión, su fe en el porvenir. A su paso sembraba convicciones, despertaba esperanzas, abría ojos y pensamientos”. Ni bien fundado, el Hospital se convirtió en el más moderno e importante del noroeste argentino. El doctor Padilla falleció el 9 de octubre de 1892, en su casa de la vereda del Cabildo que es hoy museo. Años después, con toda justicia, el Hospital se bautizó “Ángel Cruz Padilla”.