El mayor retirado Carlos Domínguez fue elegido para mandar Tucumán en 1946. Su progresista período se caracterizó por la abundancia de obras públicas.
Los sucesos del 17 de octubre de 1945 en Buenos Aires reciben su fervorosa versión en Tucumán, con una gran concentración en la plaza Independencia. Los obreros reclaman y logran la libertad de Juan Domingo Perón, que ha renunciado a sus altos cargos y está detenido. El 13 de noviembre se convoca a elecciones generales para el 24 de febrero del año siguiente. La actividad política se inicia intensamente. Frente a la fórmula Perón-Hortensio Quijano, que sostiene el Partido Laborista, los opositores armarán la “Unión Democrática” donde forman radicales, demócratas, socialistas, comunistas y demoprogresistas.
Laborismo = Peronismo
El Partido Laborista se constituye en Tucumán el 21 de diciembre de 1945. Más tarde, se llamará directamente Partido Peronista. Pocas semanas después, elige candidato a gobernador al mayor Carlos Domínguez, mientras una fracción disidente -denominada Partido Laborista de Tucumán- postula al doctor Enrique H. Thiele. También apoyará, en lo nacional, a Perón-Quijano, un sector radical, la UCR Yrigoyenista Junta Renovadora, cuyo candidato a gobernador es el doctor Nicasio Sánchez Toranzo.
Gran actividad desarrollan, por su lado, los otros partidos locales adherentes a la fórmula presidencial de la Unión Democrática. La Unión Cívica Radical en sus distintas fracciones (Tradicionalista, Concurrencista, Intransigente) se une en torno de la candidatura a gobernador del doctor Eudoro Aráoz.
Fragorosa campaña
En cuanto al Partido Demócrata Nacional, sostendrá por ese cargo al doctor Eduardo Paz. El Partido Socialista postula al doctor Felipe Alberto Villagra. No presentarán candidatos a gobernador, en cambio, la Defensa Provincial Bandera Blanca, ni el Partido Comunista.
Campaña llena de fragor y con algunas incidencias, la de ese ardido verano de 1946 registró actos multitudinarios: la proclamación de la fórmula de la Unión Democrática, José P. Tamborini- Enrique Mosca, a la que asistieron ambos candidatos (25 de enero); la proclamación de Domínguez por el Laborismo (12 de febrero); la proclamación de Aráoz por la UCR (22 de febrero), todas en la plaza Independencia. En la plaza Yrigoyen habló (13 de febrero) Amadeo Sabattini, quien recorrería la provincia, por la línea del Central Córdoba, en el “Tren de la Democracia”.
La hora señalada
El 24 de febrero llega, al fin. El Partido Laborista obtiene un triunfo aplastante: 75.842 votos que significan, para Domínguez, 39 electores a gobernador (o sea mayoría y quórum propios). Esto además de amplio dominio de la Legislatura, con 29 diputados y 18 senadores, aparte de los 5 diputados nacionales de la mayoría. Los demás partidos quedan consternados ante la dramática disminución de sus cifras. Los 50.628 votos que sumaba la UCR tucumana en 1942 se han convertido en 29.240, aunque el desastre es mayor para los demócratas, cuyos 40.887 han descendido a sólo 3.227. En cuanto a las fracciones disidentes, la UCR Yrigoyenista Junta Renovadora logra 6.027 votos y el Partido Laborista de Tucumán, 1.661. El Partido Socialista tendrá 980 votos.
Respecto de las fórmulas nacionales, Tucumán contabilizará 82.791 votos para Perón- Quijano y 31.445 para Tamborini-Mosca.
Domínguez al gobierno
El Colegio Electoral consagrará gobernador, el 7 de mayo de 1946 (por 39 votos laboristas contra 18 radicales), al mayor Carlos Domínguez, quien jurará su cargo el 25 de ese mes. Diez días más tarde el general Juan Domingo Perón asumirá la presidencia de la República. Comenzaba una nueva etapa.
El mayor retirado Carlos Domínguez había nacido en Buenos Aires en 1907, y egresó del Colegio Militar de la Nación en 1927. Llegó destinado a Tucumán en 1943, con grado de capitán. Le tocó ser secretario general de la breve intervención Juan R. Alvelo; luego, fue interventor en la Legislatura y presidió la comisión que investigaba las concesiones eléctricas locales. Era un hombre de tez sonrosada, cara redonda, muy calvo, de buena estatura y algo entrado en carnes. Cubrió sus ministerios con los doctores Alfredo Sureda Graells, en Gobierno, y Alfredo David Maxud, en Hacienda, a quienes reemplazarían, posteriormente, Nerio M. Rodríguez, Fernando Riera y el doctor Ramón Bustos, en la primera cartera y Antonio Juez Pérez, en la segunda. El 4 de marzo de 1947 se creará el tercer ministerio, el de Salud Pública, cuyo titular será el doctor Alberto Navarro.
Muchas obras públicas
Rodeada del tono populista que se inauguraba en la Argentina con la presidencia de Perón, la administración Domínguez se desarrolló en un clima de abundantes obras públicas y de esa tranquilidad cívica (si se exceptúa la huelga azucarera de 1949) que, aposentada a partir de ese año, se prolongaría casi hasta totalizar la década.
Las numerosas obras públicas se estructuraron en torno a un Plan Trienal, -de acuerdo con la terminología que por entonces empezó a usarse- programa que cumplió en porción significativa. Construyó e inauguró los edificios de 14 escuelas provinciales en diversos lugares de la ciudad y la campaña; ello unido a los seis establecimientos que erigió el Gobierno de la Nación, las reformas en el sistema educativo, y una política general de estímulo, todo dio como resultado un importante crecimiento de la matriculación de alumnos, que de 52.339 en 1945 pasaron a 59.983 en 1949. Llevó a cabo la campaña de vacunación antivariólica, donde se inoculó a 260.000 personas, cifra nunca alcanzada hasta entonces.
Atención de la salud
Los municipios rurales experimentaron notables progresos, al adherirse a la Dirección de Agua y Energía y a la ley provincial de pavimentos, lo que se reflejó en la mejora paulatina de sus servicios infraestructurales. En Tafí del Valle, el loteo de La Quebradita representó el primer envión para el crecimiento de la villa. Numerosos puestos sanitarios, mercados y comisarías fueron erigidos en el interior de la provincia, mientras en la Capital se habilitaba el importante edificio destinado originariamente a la Cárcel de Mujeres, y se empezaba a levantar , en el parque Avellaneda, el gran monobloque del Instituto de Higiene (hoy Maternidad).
Fue un logro significativo en materia sanitaria, complementado por medidas como el grupo quirúrgico de seis salas en el Hospital Santillán, o la positiva novedad que implantó en el pabellón de lactantes del Hospital de Niños: la refrigeración, hasta entonces desconocida.
Las perspectivas
En su último Mensaje, el gobernador destacaba la “transformación y remodelación de los viejos y carcomidos hospitales” y “los magníficos edificios que se levantan con destino al Dispensario Antituberculoso, Oftalmológico y Antitracomatoso, a la Dirección de Profilaxis Social, al Instituto de Higiene”…
El mensaje del gobernador expresaba también que “la pocilga obrera pronto será sólo un triste recuerdo: barrios enteros se han levantado y siguen construyéndose en diversos lugares de la provincia”. Se refería a su plan de 659 casas, “en plena ejecución”, de las cuales inauguró, antes de dejar el mandato, las 109 del ingenio Marapa. Según la misma fuente, en el período 1946-1950 se ejecutaron obras por valor de 30.634.884,14 pesos.
Por otro lado, la Provincia normaliza su escudo. Por ley 1.988, del 15 de noviembre1946, establece, como blasón de Tucumán, el mismo escudo nacional, con la única omisión del sol naciente.
En 1949 se reformó la Constitución de 1907, que regía hasta entonces la vida de la provincia.