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-ANTONIO SÁENZ. Propuso que los diputados del Congreso fueran los primeros en tributar.

Sería ejecutado inmediatamente en Tucumán.


La sesión pública del Soberano Congreso, del 12 de agosto de 1816, se inició con el tratamiento del “plan de arbitrios”, como se denominaba en el lenguaje de la época a los impuestos. Según “El Redactor”, tras una detenida discusión y votación, “se acordó que el mencionado plan, puesto en forma de decreto, se remitiese al Supremo Poder Ejecutivo con la brevedad posible”.

Antonio Sáenz mocionó –lo que fue aprobado- que el plan se ejecutase inmediatamente en Tucumán, y que los diputados fueran los primeros en aportar la cuota que les fuese designada. Se giró al gobernador de la Provincia, coronel Bernabé Aráoz, copia autorizada del decreto.

Luego, se pasó a leer varios pliegos. Había dos del gobernador y el Cabildo de Córdoba; uno del Cabildo de Santiago; dos del gobernador y Cabildo de Salta, y uno de la Municipalidad de Jujuy. Todos eran, dice la crónica, referidos “a la realización del juramento de la Independencia de la América del Sud”. Ofrecían “solemnizar este acto de un modo análogo a sus decididos sentimientos por la libertad del país, y a la obediencia al Soberano Congreso que así lo ordena”.

José Darragueyra hizo moción “para que en esta ciudad se establezca y ejecute la contribución de un real por peso de alquileres de casas”, iniciativa que fue apoyada y quedó pendiente. Asimismo, por otra moción del diputado Sáenz, se acordó “exigir un empréstito forzoso de los europeos vecinos de La Rioja”. El tributo alcanzaba también a quienes allí se había refugiado y no lo habían pagado en otros lugares.