
El asunto fue discutido largamente, dice “El Redactor”, teniéndose en cuenta también las “circunstancias que comprometían el éxito de la ejecución (de las elecciones) en dichos pueblos”.
Se autorizó a no innovar, por esta sola vez
No celebró sesión el Soberano Congreso el 25 y 26 de diciembre de 1816. Sí lo hizo el 24, en forma pública y luego secreta. En la primera, se discutió el pedido de los diputados de Catamarca, Santiago del Estero y La Rioja, quienes solicitaban que se postergase el sistema nuevo, de elección popular de los miembros del Cabildo, dispuesto por el Congreso.
El asunto fue discutido largamente, dice “El Redactor”, teniéndose en cuenta también las “circunstancias que comprometían el éxito de la ejecución (de las elecciones) en dichos pueblos”. Luego, se procedió a votar, resolviéndose que, por solamente el próximo año 1817, “se posesionasen de los oficios concejiles (o sea los del Cabildo) los individuaos ya electos según el método observado hasta aquí, avisándose a los cabildos que se ha tomado esta resolución a petición de sus representantes”.
Luego, se despejó la barra para dar lugar a la sesión secreta. Se aprobó el texto del oficio reservado dirigido al gobernador de Salta, para que retirase de la ciudad al diputado electo –pero no incorporado- José Moldes, “a un punto del que no pudiese pasarse al enemigo”. Fue considerada luego la consulta del Director Supremo, sobre si se declararía o no la guerra a los portugueses invasores de la Banda Oriental.
Tras largas exposiciones de los diputados, se acordó “que dicha consulta pasase a la comisión encargada de rever el Plan de Relaciones Exteriores, encargándole que, en vista de este y demás documentos de su clase, presentase a la mayor brevedad el proyecto”. Se acusaría recibo, entretanto, al Director, avisándole “de que se le contestaría por una posta”. Presidió ambas sesiones el titular del cuerpo, doctor Pedro Miguel Aráoz.