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EMILIO WARNES. Al centro, ya anciano, entre Adolfo P. Antoni y Ezequiel Bravo, en 1949, cuando los homenajearon como sobrevivientes del grupo fundador de la Biblioteca Alberdi. la gaceta / archivo

Una destacada figura de nuestra prensa


Una figura olvidada de nuestro viejo periodismo es don Emilio Warnes. Uruguayo nacido en Paysandú el 16 de junio de 1860, era directo descendiente de Ignacio Warnes, el guerrero de la Independencia. Se sentía profundamente tucumano, porque vivió y trabajó en Tucumán la mayor parte de su fructífera y luchadora vida.

Iba terminando el siglo XIX, cuando Warnes llegó a Buenos Aires. Allí se inició como diarista, a la vez que se desempeñaba como empleado en la Cancillería. Ya estaba radicado definitivamente en Tucumán hacia 1894. Fue administrador del ingenio La Trinidad y también productor cañero. Colaborador de “Tucumán Literario”, hacia 1897 optó resueltamente por el periodismo.

Fue redactor y luego director del diario tucumano “El Nacional”. Recordaba que sus columnas fueron las primeras del país en proclamar candidato a una nueva presidencia a Julio Argentino Roca. Asimismo, “El Nacional” inició una colecta para adquirir una nave de guerra para la Argentina, iniciativa a lo que se adhirió toda la república. En 1901, fundó el diario “El Ferrocarril”, que apareció varios años, alineado políticamente con don Lucas Córdoba y el Partido Provincial. Luego, “El Ferrocarril” cambió su nombre por “La Verdad”. Warnes integró también el grupo fundador de la Biblioteca Alberdi: en 1949 eran, con Adolfo P. Antoni y Ezequiel Bravo, los únicos sobrevivientes de aquel elenco, y se les tributó un homenaje especial.

Don Emilio Warnes, altamente respetado por sus colegas y por sus conciudadanos, falleció en esta ciudad el 29 de junio de 1952. Su diario “La Verdad” se siguió editando durante un tiempo más.