A Salustiano Zavalía, por la gobernación.
El 16 de mayo de 1860 asumió el gobierno de Tucumán el doctor Salustiano Zavalía (1808-1874). A lo largo de su carrera política –que incluyó el exilio en tiempos de Rosas- había sido ministro de Gobierno, presidente de la Sala de Representantes y senador nacional. Se destacaba su diputación por Tucumán al Congreso de Santa Fe de 1853. Allí firmó la Constitución sancionada ese año, además de participar de modo relevante en los debates.
El 22 de junio de 1860, cuatro meses después de concluido su período de presidente de la República, el general Justo José de Urquiza escribió una afectuosa carta a Zavalía, desde su palacio de San José. “Me felicito –decía- y felicito a V. por la acertada elección que el pueblo tucumano ha hecho de su persona para dirigirlo. Patriota, inteligente y progresista, V. es el más caracterizado para continuar el progreso de esa importante provincia y arraigar en el corazón del pueblo el amor a nuestras instituciones, en las que ha tenido una parte muy distinguida”.
Agregaba que “deseo mucho leer su mensaje, que no dudo será digno de V. así como no dudo tampoco que la marcha de su gobierno será tan patriota y leal, como he tenido ocasión de encontrarlo siempre durante los conflictos que ha pasado la República durante diez años”. Terminaba complaciéndose en “saludarlo y repetirme su afectísimo amigo y seguro servidor”.
Cabe recordar que el general Urquiza tenía gran afecto por Zavalía desde años atrás. En 1854, le obsequió el bastón con que había jurado la Constitución, bastón que (teóricamente, porque ya no se exhibe en vitrinas) se conserva en el Museo de la Casa de la Independencia.