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BENJAMÍN VILLAFAÑE. El tucumano que, desde San Juan, regresó a su provincia con una misión. LA GACETA / ARCHIVO

Sarmiento y Benjamin Villafañe en 1839


El tucumano Benjamín Villafañe (1819-1893) fue el encargado de fundar la Asociación de Mayo en Tucumán. En sus memorias (tituladas “Reminiscencias históricas de un patriota”), cuenta que estaba en San Juan en 1839 cuando llegó a verlo a su alojamiento “un hombre joven, de apariencia simpática”.

Le dijo que la dueña de la pensión le había manifestado: “tengo de huésped a un joven tucumano, por cuyas palabras y preguntas juzgo que debe ser muy unitario”. Por eso, dijo, lo quería conocer. “El caballero con quien yo acababa de estar, se llamaba Domingo Faustino Sarmiento”, narra Villafañe. Al rato entraron en confianza y se hicieron amigos.

Sarmiento lo hizo recorrer la ciudad, y un día lo llevó a una casa. Allí estaban los doctores Antonino Aberastain, Santiago Cortínez, Quiroga de la Rosa y Saturnino Laspiur. La reunión estaba presidida por Cortínez. Se leyeron solemnemente las “palabras simbólicas” de la Asociación de Mayo, que todos juraron acatar.

Los congregados encargaron a Villafañe la fundación de filiales de la Asociación en Tucumán y en Salta. Antes de partir a su provincia, asistió al banquete del 25 de mayo, donde los asistentes llevaban “en el ojal del frac o la levita, la escarapela azul y blanca”, Corearon con entusiasmo varios brindis patrióticos.

Llegado a Tucumán, testimonia Villafañe, “viejos y jóvenes acogieron con entusiasmo el nuevo credo”. Pero la asociación “no pudo establecerse con la solemnidad que era de desear. La tempestad estaba encima y no era tiempo ya de pensar sino en defenderse y atacar”. Eran los preludios de la formación de la Liga del Norte contra Rosas.